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España reduce sus emisiones un 32% desde 2005, pero el mundo sigue aumentando los GEI en 2023

El reciente informe de la Comisión Europea, elaborado por el Centro Común de Investigación (JRC), presenta en detalle el estado de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) hasta el año 2023.

Las emisiones mundiales alcanzaron en 2023 un nuevo récord de 53 Gt de CO2 equivalente, lo que supone un incremento del 1,9% con respecto a 2022. Este aumento se debió, sobre todo, a la quema de combustibles fósiles y a las actividades industriales en economías emergentes como China e India, así como a eventos extremos de incendios forestales.

Unión Europea y España

En el contexto europeo, las emisiones de GEI han mostrado una tendencia decreciente en los últimos años. En 2023 se logró una disminución del 7,5% respecto a 2022, alcanzando un total de 3,22 Gt de CO2eq. Las políticas de descarbonización, como el Pacto Verde Europeo y el paquete "Fit for 55", han tenido repercusión para lograr estos avances.

En España, las emisiones totales en 2023 fueron de 307 Mt de CO2eq, una reducción del 32% desde 2005 y del 7% respecto a 2022, con una destacada mejora en sectores clave como el de la energía y los procesos industriales. Las emisiones per cápita en España también han disminuido significativamente hasta 6,62 t CO2eq, en línea con los objetivos climáticos europeas.

  • En el sector de la electricidad y la energía, se ha logrado una reducción significativa del 46% desde 1990 y del 69% respecto a 2005, lo que demuestra un avance notable en la descarbonización. Este descenso puede atribuirse al incremento en el uso de fuentes de energía renovables, la clausura de plantas de carbón y la mejora en la eficiencia de la generación eléctrica.
  • El sector de la combustión y los procesos industriales ha visto disminuir sus emisiones en un 25% desde 1990 y en un 47% respecto a 2005, lo que refleja avances en la eficiencia energética, la adopción de tecnologías más limpias y una posible reducción de la actividad en industrias altamente emisoras. Estos resultados también responden a regulaciones ambientales más estrictas y a la modernización de procesos industriales en el país.
  • En el caso de los edificios, aunque las emisiones han aumentado un 55% desde 1990, por el crecimiento en la demanda de energía debido sobre todo por el mayor uso de sistemas de climatización, desde 2005 se ha registrado una reducción del 13%, lo que sugiere que ha mejorado la eficiencia energética de los edificios.
  • El sector del transporte presenta una evolución mixta. Desde 1990, las emisiones han aumentado un 52%, acorde al incremento del parque automovilístico y la dependencia de los combustibles fósiles en el transporte de personas y mercancías. Sin embargo, desde 2005, las emisiones han disminuido un 12%, gracias a una mayor eficiencia en los vehículos, y, cada vez más, por el uso de biocombustibles y de vehículos eléctricos.
  • El sector de la agricultura ha aumentado sus emisiones en un 9% desde 1990, sobre todo las de metano y óxido nitroso procedentes de la ganadería y el uso de fertilizantes. No obstante, desde 2005, se ha observado una ligera disminución del 2%, que puede estar relacionada con prácticas agrícolas más sostenibles y eficientes, como la mejora en la gestión de residuos y el uso más racional de fertilizantes.
  • Por último, el sector de residuos ha visto un incremento del 54% desde 1990, relacionado con un aumento en la generación de desechos vinculado al crecimiento de la población y del consumo. Sin embargo, desde 2005, el aumento ha sido más controlado, con solo un 10% adicional, lo que apunta a mejoras en la gestión de residuos, como el reciclaje y la reducción de residuos orgánicos.

Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en España (2023)

Emisiones totales de GEI (Mt CO2eq/año)

En 2023, las emisiones totales de GEI en España alcanzaron los 307.095 millones de toneladas de CO2 equivalente (Mt CO2eq). Esto representa un incremento del 3% en comparación con 1990, pero una disminución del 32% desde 2005 y un 7% menos que en 2022.

Emisiones per cápita (t CO2eq/cap/año)

Las emisiones per cápita en 2023 fueron de 6,62 t CO2eq, lo que muestra una reducción significativa en comparación con 7,575 t CO2eq en 1990 y 10,280 t CO2eq en 2005.

Emisiones por unidad de PIB (t CO2eq/kUSD/año)

En términos de emisiones por unidad de PIB, en 2023 las cifras fueron de 0,137 t CO2eq/kUSD, una mejora en eficiencia respecto a los 0,244 t CO2eq/kUSD en 1990 y los 0,240 t CO2eq/kUSD en 2005.

Gases principales

  • CO2: Representa 77,7% del total de las emisiones.
  • N2O (Óxido nitroso): Aporta un 6,1%.
  • CH4 (Metano): Contribuye con un 14,8%.
  • Gases fluorados (F-gases): Constituyen el 1,4% de las emisiones.

El impacto de los incendios forestales y soluciones basadas en bioenergía y captura de carbono

El informe destaca el impacto creciente de los incendios forestales en el mundo sobre las emisiones globales. En 2023, los incendios contribuyeron con 2,8 Gt de CO2 equivalente, especialmente exacerbados por eventos extremos en Australia y Canadá, que ponen de relieve la importancia de gestionar mejor los riesgos climáticos: estos incendios transforman los bosques, que normalmente actúan como sumideros de carbono, en fuentes netas de emisiones de GEI, afectando significativamente a los balances globales.

La bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS) y el uso de biochar son soluciones que pueden ayudar a reducir el riesgo de incendios al retirar parte de la biomasa derivada de la gestión forestal sostenible que de otro modo se acumularía y podría alimentar incendios descontrolados​ y, además, generar energía renovable y reducir de forma neta las emisiones de CO2.

Según la Agencia Internacional de la Energía (IEA), con BECCS se podría capturar hasta 190 millones de toneladas de CO2 anualmente para 2030 si se concretan todos los proyectos planificados en el sector energético, industrial y de biocombustibles​.

Por su parte, el biochar, procedente de la pirólisis de biomasa, al ser incorporado en el suelo, puede capturar carbono de manera duradera y mejorar la calidad del suelo. Se estima que el uso a gran escala del biochar podría secuestrar entre 0,3 y 0,92 Gton de CO2 al año, dependiendo de los tipos de biomasa y las condiciones de producción

Más información

El informe completo está disponible en el sitio web del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea.

https://publications.jrc.ec.europa.eu/repository/handle/JRC138862

 

Asociación Española de la Biomasa