El evento resaltó el biometano como una energía clave para el desarrollo sostenible en la región. Todos los participantes coincidieron en que el biometano no es una moda, sino una solución fundamental para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en múltiples aplicaciones, desde calefacción hasta el transporte, y avanzar en los objetivos de economía circular.

Javier Díaz señaló que “el biometano tiene un enorme potencial para descarbonizar el sector primario y generar empleo en el medio rural, a la vez que aprovecha residuos que de otro modo serían un problema ambiental”.

El consejero de Medio Ambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, destacó que la comunidad está liderando el desarrollo de esta tecnología en España, con más de 60 proyectos en marcha y una inversión que supera los mil millones de euros. Según el consejero, aproximadamente el 23% del biometano del país podría producirse en esta región.

Durante el debate, los expertos señalaron la importancia de que los proyectos de biometano cuenten con el apoyo local y estén bien integrados en el territorio para evitar resistencias sociales, promoviendo un diálogo abierto con las comunidades afectadas.

Además, recalcaron la necesidad de agilizar los trámites administrativos para que Castilla y León y España en general pueda aprovechar al máximo su potencial y no perder competitividad frente a países como Francia y Alemania, que ya han avanzado en la implementación de plantas de biometano.

Díaz insistió en que la región castellano-leonesa tiene todas las condiciones necesarias, desde su amplia base agrícola y ganadera hasta una red gasista robusta, para convertirse en un referente nacional y europeo en la producción de biometano.

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