Actualización del Registro de Redes de Calor y Frío con Biomasa de AVEBIOM
En 2023, se pusieron en funcionamiento 29 nuevas redes de calor y frío con biomasa, lo que representa un incremento del 5,9% en el número de redes y del 11,7% en la potencia instalada respecto a los valores acumulados de 2022. Este crecimiento reafirma el papel de estas infraestructuras como una solución sostenible para la transición energética.
Además, el registro se ha actualizado con la incorporación de 22 instalaciones correspondientes a años previos, que habían escapado a nuestro radar, sumando una potencia total de 6.038 kW. En paralelo, se han eliminado 7 registros tras confirmarse que no llegaron a entrar en funcionamiento en las fechas previstas, incluyendo 5 en Cataluña, 1 en Castilla-La Mancha y 1 en el País Vasco. Entre estos destaca la red de Cuenca, con una potencia prevista de 28 MW, cuyo inicio de operaciones se ha pospuesto hasta 2024 y será incluido, por tanto, en el informe del próximo año.
Cómo han evolucionado las redes de calor y frío con biomasa hasta 2023
La evolución anual del número de instalaciones y la potencia de las redes de calor con biomasa en España no muestra una tendencia clara a lo largo del tiempo. Sin embargo, está notablemente influida por las políticas de inversión pública, las prioridades municipales y la disponibilidad de programas de financiación, especialmente europeos.
En 2015 se alcanzó un pico histórico tanto en el número de redes como en la potencia instalada, gracias a programas como BIOMCASA-GIT y ELENA del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Estos apoyos, junto con el compromiso de la Diputación de Barcelona y Girona en el marco del "Pacto de Alcaldes", permitieron la construcción de numerosas redes, con Cataluña liderando ese año con 30 de las 60 nuevas instalaciones.
En contraste, los años 2017 y 2018 registraron una actividad muy baja, posiblemente debido a un cambio de enfoque en las inversiones municipales hacia la sustitución de luminarias urbanas por tecnología LED, que ofrecía mayores ahorros inmediatos en coste eléctrico comparado con las redes de calor. Durante 2020 y 2021, la pandemia de COVID-19 limitó la implementación de proyectos a instalaciones de menor envergadura, lo que resultó en niveles reducidos de potencia instalada.
Para 2022, se esperaba un repunte significativo, impulsado por los fondos Next Generation de la UE y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que priorizaron inversiones estratégicas en energías renovables. Sin embargo, los resultados no fueron contundentes debido al impacto del auge de la fotovoltaica, que desvió parte de los recursos hacia este sector. En 2023, aunque las inversiones públicas comenzaron a mostrar efectos positivos, su impacto en el desarrollo de redes de calor fue limitado frente al protagonismo de otras tecnologías renovables.
Distribución geográfica y proyectos destacados en 2023
Cataluña y Castilla y León mantienen su liderazgo en el desarrollo de redes de calor con biomasa, representando el 61% de las instalaciones y el 56% de la potencia acumulada en España. En Cataluña, la promoción de estas infraestructuras sigue liderada por las Diputaciones provinciales, especialmente las de Barcelona y Girona, junto a entidades como el Consell Comarcal del Baix Llobregat, que este año apoyó la puesta en marcha de la cuarta red de calor en Begues (Barcelona).
En Castilla y León, la empresa pública SOMACYL y empresas privadas continúan impulsando grandes proyectos. En 2023, SOMACYL inauguró las redes de Ponferrada (León) y Medina del Campo (Valladolid), mientras que DH ECOENERGIAS puso en funcionamiento la red de calor de Palencia. Ambas entidades lideran también los proyectos futuros de redes en varias capitales de provincia de la comunidad, consolidando su papel como motores del desarrollo de estas infraestructuras.
Otras comunidades también cuentan con proyectos significativos. Por ejemplo, Navarra, con la red de calor del barrio de Txantrea, en Pamplona, gestionada mediante una colaboración público-privada entre el Ayuntamiento, NASUVINSA y ENGI. Abastece a 2.000 viviendas y edificios públicos y es un proyecto integrado en un plan de rehabilitación energética del barrio; un ejemplo de cómo las redes de calor pueden mejorar la eficiencia energética y la calidad de vida en zonas urbanas.
En Vitoria-Gasteiz, se han puesto en marcha varias instalaciones de biomasa, incluyendo dos microrredes que suministran calor a edificios públicos, servicios de emergencia e instalaciones deportivas. La ciudad de Lugo contará con dos nuevas redes de calor promovidas por las Consellerías de Educación y Sanidade. Estas, junto a la red del Parque Da Milagrosa, se están consolidando como modelos de referencia para futuros proyectos de mayor escala con biomasa.
Un cambio notable este año ha sido la modernización de la red de calor de Soria, donde una nueva central cuenta con una caldera de 14 MW más eficiente, que sustituye a las cuatro calderas de la central antigua, que sumaban 24 MW y ahora quedan como apoyo para cubrir picos de demanda o situaciones de mantenimiento. Un avance que permitirá atender tanto a las industrias del polígono como a los usuarios actuales de la red urbana.
El desarrollo de redes de calor con biomasa en España combina la expansión en áreas rurales con la consolidación de grandes redes urbanas en ciudades. Este equilibrio demuestra que las redes de calor son una herramienta que puede revitalizar zonas rurales, y también es una solución eficiente y sostenible para reducir la huella de carbono en entornos urbanos. La planificación estratégica y el apoyo público y privado son fundamentales para aprovechar el potencial de estas infraestructuras tanto en grandes ciudades como en pequeñas localidades.
ACCESO A LA ACTUALIZACIÓN DEL CENSO DE REDES DE CALOR Y FRÍO CON BIOMASA DE AVEBIOM PARA 2023
https://www.avebiom.org/Informe-REDES-CALOR-2023-AVEBIOM-avance