El proyecto se desarrolla durante 18 meses, desde noviembre de 2022, en el Centro de Investigación en Plantas Proteicas y Productos Bionaturales y consiste en transformar la biomasa residual leñosa procedente de podas de moringa, una planta muy abundante en este país, para producir pellet que se utilizará como combustible en secaderos de productos agroalimentarios como las hojas de moringa o el tabaco y en el proceso de pasteurización de leche.