PABLO RODERO, responsable de proyectos europeos en AVEBIOM, destacó que "la biomasa cubre muchas opciones diferentes que podrían servir para descarbonizar un sector tan diverso como el agroalimentario". Rodero señaló el caso de Prosol, donde valorizan los restos del propio proceso productivo para generar calor de la forma más eficiente, como un claro ejemplo de bioeconomía circular. 

Desde la industria del café a las del vino y la cerveza pasando por la cárnica 

La compañía Magnon Servicios Energéticos, filial de Ence - Energía y Celulosa, destacó el uso de biomasa agroforestal para la producción de energía renovable: una alternativa sólida y robusta para la descarbonización, capaz de competir en costes con los mercados de gas y contribuir al desarrollo socioeconómico del medio rural. Se presentó el caso de una industria cervecera que consumirá astilla con la certificación de sostenibilidad SURE. 

El fabricante de café Prosol ha contado con el proveedor de servicios energéticos Veolia Lecam para optimizar la gestión de recursos, integrando la energía, el agua y los subproductos y maximizar así la sostenibilidad de su actividad y reducir los costes operativos. En este caso, la biomasa utilizada para generar energía es marro de café propio en mezcla con una pequeña proporción de astilla. De esta manera, la empresa, ha mejorado la eficiencia energética y ha reducido de manera importante su huella de carbono.

En el sector vitivinícola, Pago de Carraovejas adoptó ya en 2016 una estrategia de sostenibilidad al instalar tres calderas de pellets Hargassner para sustituir a los combustibles fósiles. Estas calderas proporcionan calefacción y agua caliente y, además, se integran en el sistema de climatización y en los procesos de fermentación. Una decisión que les ha permitido alcanzar un ahorro sustancial en costes de combustible y una mayor sostenibilidad en la operación de la bodega.

Por último, en Jamones Segovia (Montenevado) han logrado reducir el consumo de gasóleo sustituyéndolo por astilla forestal. El proceso de secado requiere una enorme cantidad de energía: 1.000.000 KWh en 2023, que habría requerido utilizar más de 100.000 litros de gasóleo. Gracias al cambio a biomasa, realizado con la colaboración de la empresa Ríos Renovables, han reducido la factura a la mitad y minimizado su huella de carbono. La empresa de servicios energéticos subrayó la importancia de elegir las calderas adecuadas y realizar un buen mantenimiento para asegurar el rendimiento y la sostenibilidad del sistema.

La biomasa demuestra con estos ejemplos que es una alternativa viable y eficiente para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y avanzar hacia la circularidad en la industria alimentaria española, cada vez más comprometida con la sostenibilidad y la descarbonización. 

AVEBIOM y VITARTIS continuarán promoviendo la adopción de tecnologías sostenibles en la industria alimentaria, organizando eventos y proporcionando soporte técnico para facilitar la transición hacia un modelo energético más limpio y eficiente. 

Foto de Montenevado