Un ejemplo de red de calor urbana de 4ª generación con biomasa en Austria
La red de calor urbana de la localidad austriaca de Gleisdorf hibrida diferentes tecnologías y se gestiona con ayuda de una “planta virtual” para aumentar su eficiencia global.
Gleisdorf, con cerca de 11.000 habitantes, cuenta desde 2009 con una red de calor con dos calderas de biomasa de 850 kW cada una y una instalación solar térmica de 191 kW como generadores principales de la energía. La red ha ido ampliándose desde entonces con varias calderas de gas y depósitos de gran capacidad a medida que se conectaban nuevos consumidores.
Para aumentar la flexibilidad de la instalación y poder dar servicio a nuevos clientes, el operador de la red, “Stadtwerke Gleisdorf”, ha integrado recientemente nuevas fuentes de calor de baja temperatura: por un lado, ha instalado un sistema de intercambiadores y bomba de calor que aprovecha la energía residual contenida en las aguas depuradas en la planta de tratamiento de la ciudad y, por otro, ha empezado a aprovechar también el biogás producido en el digestor de la planta, que hasta ahora se quemaba en antorcha.
Además, se ha desarrollado una “planta de calefacción virtual”, un sistema de control inteligente de alto nivel que utiliza datos operativos para realizar cálculos en tiempo real y elaborar una predicción a 24 horas para optimizar el control y operación de una instalación compleja como esta, que combina múltiples fuentes de energía de diferentes tipos y tamaños.
Esta instalación forma parte del proyecto ThermaFlex, que pretende aumentar la flexibilidad energética y reducir las emisiones de CO2 en las redes de calor urbanas de Austria, convirtiéndolas en instalaciones de “cuarta generación”.