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Roberto Bravo habla sobre la excepcional última campaña del pellet en España

Roberto Bravo es presidente de la Asociación Española de Productores de Pellets (APROPELLETS), vocal de la Asociación Española de la Biomasa (AVEBIOM), presidente de la Mesa Intersectorial de la Madera de Castilla y León (MIMCYL) y gerente de Naturpellet, una de las fábricas de pellets más grandes del país.

En esta entrevista expone su punto de vista sobre la extraordinaria situación vivida en el sector del pellet en España el año pasado y las expectativas y retos para un mercado que ya suministra calor a más de 575.000 hogares.

Todo el mundo se enfadó con la subida de los precios de la energía del año pasado, pero parece que el pellet, aunque mantuvo su ventaja competitiva con respecto al resto de alternativas para calefacción (electricidad, gasóleo, gas natural), pareció sufrir una campaña de descrédito desproporcionada. ¿Por qué cree que ocurrió esto?

Sí, resulta algo sorprendente la percepción y la reacción que han mostrado los consumidores europeos ante la subida del precio del pellet; la subida de los precios del resto de combustibles, como el gas o el gasoil, fue más importante, pero se asumió con mayor resignación. Quizás en el caso del pellet, al ser una producción local, se puede echar “la culpa” a alguien concreto al que sí le llega la queja, pero es cierto que hemos recibido un trato bastante injusto.

En el inicio de la pasada campaña, se extendió el bulo de que los fabricantes españoles estaban exportando toda la producción para aprovechar el mayor nivel de precios en otros países, dejando desabastecido el mercado nacional. Pues bien, con los datos del último informe anual del mercado del pellet que elabora AVEBIOM en la mano, que demuestran que esto no fue así, es de justicia reconocer el ejercicio de responsabilidad de los productores nacionales, que han asegurado en todo momento el abastecimiento de la demanda, aunque haya sido precisamente a costa de renunciar a mayores beneficios.

¿Qué factores afectaron más a la subida de precio del pellet en España el año pasado?

Al igual que ocurrió con el resto de materias primas en toda Europa, el año pasado se produjo un aumento muy importante del precio de la madera, algo infrecuente en este mercado, motivado por las tensiones de disponibilidad del recurso a nivel mundial.

Este fue el principal factor del incremento de precio del pellet, sin olvidar otros también muy importantes como los costes eléctricos y los de distribución, que con el alza del gasoil se incrementaron considerablemente.

Es, en todo caso, destacable que en España el nivel de costes que se alcanzó fue sensiblemente inferior a la media europea, con diferencias de precio de hasta 150-200 €/ton respecto a países como Italia o algunos centroeuropeos.

Entonces, ¿ha habido o hay falta de materia prima para fabricar pellet?

No ha faltado materia prima, pero si que ha habido una lucha mayor por conseguirla que acabó provocando el aumento de precios comentado e, incluso, paradas de la producción en varias fábricas.

Aumentar la disponibilidad de materia prima tiene solución fácil y repercusiones positivas, pues, por un lado, se está demandando cada vez más esta materia prima para la producción de pellet y, por otro, nuestros bosques necesitan de gestión para aminorar la carga de biomasa, que no deja de aumentar y complicar la extinción de unos incendios cada vez más incontrolables.

La gestión forestal sostenible debe mantener la buena salud del bosque y, a la vez, incrementar la disponibilidad del recurso forestal, asegurando un precio estable y competitivo a lo largo del tiempo, algo que ha sido la seña de identidad de la madera históricamente.

¿Cómo están gestionando los productores de pellet el aumento de sus costes operativos?

Pues como buenamente pueden en un escenario muy complicado donde se fabrica durante los doce meses del año, pero la comercialización del pellet se reduce a los meses de invierno. El productor debe gestionar la incertidumbre de fabricar en costes récord sin saber si el mercado va a asumir ese incremento posteriormente; así, en algunas ocasiones, el productor opta por parar antes de asumir posibles pérdidas que pueden comprometer su viabilidad futura.

Por lo demás, como el resto de las empresas del país, las de nuestro sector intentan minimizar el impacto de las subidas y servir al cliente en las mejores condiciones que la situación permite.

¿Se planteó un enfoque común sobre cómo actuar por parte de los productores frente al encarecimiento de los costes de producción?

Dentro de la incertidumbre y la psicosis en la que nos movíamos dentro del sector energético el año pasado, el objetivo fundamental que compartíamos los productores fue el de garantizar el suministro a los consumidores nacionales, asegurar la disponibilidad en todo momento, y este punto se consiguió pese a las dificultades.

Parece que se está moviendo el sector y algunas fábricas amplían capacidad y se proyectan nuevas instalaciones, ¿necesitamos más capacidad de producción de pellet en España?

Aunque la producción de pellet ya tiene un nivel de madurez importante en nuestro país, el crecimiento sostenido continua su camino. Cada vez hay más equipos de combustión de pellet instalados y tenemos que acompasarnos a este aumento de la demanda con nueva producción, ya sea con ampliaciones de las instalaciones existentes o con nuevos proyectos.

Esta es otra de las ventajas del pellet, ya que al tratarse de un recurso local se puede ir adaptando su fabricación a las necesidades, frente a importaciones de los combustibles fósiles, más sensibles a situaciones geopolíticas complicadas.

En este sentido, ¿cómo afectan al mercado español del pellet las perturbaciones que sufren los mercados europeo y mundial?

Hasta ahora, el mercado de la madera había sido eminentemente local. La globalización de mercados que habían estado bastante aislados ocurrida en el último año ha sido absolutamente excepcional. A medio plazo, la tendencia es hacia la estabilidad, por lo que los desajustes de demanda sufridos sobre el recurso, y que han provocado estas anomalías, se corregirán, sin duda.

¿Cree que sería posible lograr un mercado energético de precios estables basado en biomasa local que fuera más independiente del contexto energético internacional?

Absolutamente. Las posibilidades de nuestro país en este sentido son muy grandes, pues disponemos del recurso, y lo único necesario es que las administraciones públicas se conciencien de que hay que GESTIONAR (sí, con mayúsculas) los montes, por la propia salud de los mismos y porque esa gestión puede proporcionar madera y biomasa a una industria con gran oportunidad de desarrollo.

¿Cuánta biomasa pueden aportar los bosques de forma sostenible?

Para empezar, en España no se destruye superficie forestal, si no que aumenta año a año y este aumento debe manejarse. Es necesario movilizar recurso realizando aprovechamientos que se acerquen al nivel de crecimiento anual porque, de lo contrario, se seguirá acumulando más carga biomásica en los montes, lo que favorecerá la propagación de enfermedades y plagas y dará lugar a incendios de dimensiones cada vez mayores.

Hay que informar mejor a la sociedad para que destierre falsos mitos sobre la conservación del monte: la mejor forma de proteger los bosques no es la inacción. Necesitamos extender la aplicación de modelos de gestión forestal sostenible que permitan mantener los montes en condiciones de salubridad y limpieza adecuadas y que, además, garanticen la disponibilidad de este valioso recurso local y renovable.

En conclusión, el sector forestal es una de las alternativas más importantes que tiene nuestro país para dar respuesta al reto demográfico, ya que se desarrolla en su práctica totalidad en entornos rurales y genera un volumen de empleo muy significativo frente al conseguido, por ejemplo, por el sector de los combustibles fósiles.

 

PUBLICADO en Biomasa News nº7 - Abril 2023

 

 

 

 

Asociación Española de la Biomasa