A finales de noviembre de 2022, la Comisión Europea presentó una propuesta para definir el primer sistema voluntario que certifique las emisiones negativas de carbono en la UE (Carbon Removal Certification Framework-CRCF). Esta certificación servirá para impulsar tecnologías innovadoras de eliminación de CO₂ y para conocer de forma transparente la cantidad y calidad de las remociones netas de carbono de la atmósfera logradas con diferentes métodos.

Desde la COP21 de 2015 en París es cada vez más evidente que es necesario crear sumideros de carbono para evitar que el calentamiento global supere los dos grados centígrados.

La iniciativa de la comisión, ligada al objetivo de la UE de eliminar 310 millones de toneladas de CO2 de la atmósfera en el sector LULUCF en 2030, destaca a las tecnologías de bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS - bioenergy carbon capture and storage) como una de las opciones más desarrolladas y rentables para secuestrar y almacenar volúmenes significativos de carbono de la atmósfera de forma permanente.

Manolis Karampinis, director de Desarrollo de Negocio y Marketing en Bioenergy Europe, augura más industrias intensivas en el uso de energía utilizando biomasa en combinación con BECCS en un futuro no muy lejano. Su implantación será fundamental para lograr los objetivos de reducción de emisiones a escala global en 2050

Objetivo del certificado de emisiones negativas: contabilizar la eliminación de carbono de la atmósfera de forma transparente y generar confianza

El nuevo sistema de certificación propuesto por la comisión creará nuevas oportunidades de ingresos para industrias que incorporen tecnologías para eliminar CO2 o desarrollen productos duraderos para su almacenamiento, y también para propietarios de terrenos que funcionen como sumideros naturales.

En un principio, no será posible utilizar estos certificados en el marco del régimen de comercio de derechos de emisión de la UE (ETS), puesto que en éste se negocia la reducción de emisiones y no su eliminación.

Pero, en este sentido, Fabien Ramos, policy officer en la Comisión Europea, explicó en un webinar organizado por Bioenergy Europe que, aunque el objetivo del esquema es certificar la calidad de la eliminación del carbono y no el de crear un nuevo mercado voluntario de carbono, se podrá comerciar con los certificados y añadió que, a partir de 2030, la certificación podría relacionarse con el actual sistema de comercio de derechos de emisión.

Una mayor transparencia en la cuantificación, supervisión y verificación de las remociones de CO₂ aumentará la confianza de las partes interesadas y de la industria y evitará el greenwashing.

El borrador de la propuesta de certificación ha establecido ya unos criterios generales (sintetizados en el acrónimo QU.A.L.ITY) que deberán definirse con más detalle y que servirán para evaluar la “calidad” de las remociones de carbono logradas con cada método: el sistema deberá cuantificar (QU) de forma transparente las reducciones reales logradas; discernir las remociones logradas “adicionalmente” (A) de las que se lograrían en todo caso, incluso sin la existencia de la certificación; definir de forma clara qué se considera almacenamiento de “largo plazo” (L) para evitar que carbono certificado negativo vuelva a liberarse a la atmósfera en pocos años; y demostrar que el proceso no perjudica otros aspectos medioambientales y contribuye a la economía circular, es decir, es “sostenible” (ITY).

Durante 2023 y 2024 la comisión, con el apoyo de un grupo de expertos, desarrollará el esquema en el que se definirán sistemas de evaluación específicos y detallados para cada método de captura (CDR) disponible. El sistema de certificación, una vez aprobado, podrá incorporar nuevos métodos según vayan desarrollándose.

Más información

“Proposal for a certification framework for carbon removals” https://climate.ec.europa.eu/system/files/2022-11/Proposal_for_a_Regulation_establishing_a_Union_certification_framework_for_carbon_removals.pdf

Webinar de Bioenergy Europe https://youtu.be/RuiSoc4lel8