¿En pleno siglo XXI y aún tenemos que remar contra corriente?
Editorial de Javier Díaz, presidente de AVEBIOM, en la revista Biomasa News nº8, de otoño de 2023
Los programas de ayudas con cargo a los fondos de recuperación y resiliencia han propiciado la ejecución de nuevos proyectos, sin duda, pero con la relegación del papel de la biomasa en el último borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) da la sensación de que la industria de la bioenergía sigue remando contra corriente.
A pesar de que la bioenergía es la tecnología que más aporta al mix energético renovable en Europa, con el 56,8%, en España, el nuevo PNIEC 2023-2030 plantea unos objetivos francamente limitados para un sector con enorme capacidad para contribuir a la transición energética del país como demuestra la actividad de nuestras empresas que, con grandes dosis de tenacidad y dedicación, llevan años ganando terreno a las energías fósiles.
Así lo demuestra el aumento de instalaciones de equipos ocurrido en 2021, el último año para el que tenemos datos consolidados, cuando se superaron las 75.000 nuevas unidades y se sobrepasó el medio millón de calderas y estufas de biomasa tecnificada instaladas en total.
Y, también, las redes de calor con biomasa, que se siguen expandiendo de manera constante por todo el país, con cerca ya de 500 instalaciones, brindando calefacción y agua caliente a cientos de miles de ciudadanos, quienes disfrutan de un confort notable y unos ahorros muy apreciables.
¿Por qué el Gobierno no plantea objetivos más ambiciosos para la bioenergía en el nuevo PNIEC? ¿Por qué se insiste en electrificar todos los sectores de la economía, incluyendo actividades cuya electrificación no está claro que sea viable económica ni técnicamente? En mi opinión, los lobbies del sector eléctrico están influyendo de manera evidente para orientar la mayoría de los esfuerzos en esta dirección.
Las industrias intensivas en consumo de energía térmica son candidatas perfectas para el cambio a biomasa o gases renovables como el biometano, como demuestran los excelentes resultados en instalaciones ya en marcha en todo tipo de industrias.
El sector de la bioenergía en bloque mostró en mayo, en EXPOBIOMASA, su indiscutible preparación y franco compromiso con la consecución de los objetivos asumidos por España en materia energética para los próximos años. Somos un pilar fundamental para lograrlo.
De igual manera, las empresas y profesionales que se reunirán en octubre en la tercera edición del Salón del Gas Renovable y en el 16º Congreso Internacional de Bioenergía, van a dejar nítidamente claro el enorme potencial de este pujante sector.
Aunque al escribir estas líneas aún no está clara la conformación del nuevo gobierno del país, lo que genera cierta incertidumbre acerca de la dirección que tomará el impulso a las energías renovables, estoy seguro de que todos los que trabajamos por la bioenergía y los gases renovables seguiremos buscando soluciones innovadoras y colaborando con quienes asuman la responsabilidad de liderar el sector renovable para ampliar la cuota frente a las energías fósiles.
