Magnon Green Energy pertenece al Grupo ENCE y con 266 MW instalados en sus 8 plantas es el mayor productor de electricidad renovable con biomasa de España; además, fue la primera empresa en Europa en certificar la sostenibilidad de sus instalaciones según establece la vigente Directiva Europea de Energías Renovables, RED II, gracias a SURE.

Irene Carrascón, gerente de sostenibilidad de biomasa en Magnon, explica que la compañía opera sus plantas siguiendo los preceptos de su decálogo para la sostenibilidad de la biomasa como combustible, elaborado de forma voluntaria en 2017 con la colaboración de algunas de las más importantes organizaciones ambientalistas de Europa. Gracias a este compromiso, los requisitos de la REDII ya se cumplían antes de que fuera obligatorio en 2022. Desde ese momento, en tan solo un año, han podido certificar la sostenibilidad de todas las centrales.

“Pero esto, que es necesario, no es suficiente si no va acompañado de la certificación de la cadena de suministro a planta”, apunta IRENE CARRASCÓN. En 2022, Magnon ha logrado que la mayoría de suministradores y los aproximadamente 400 pequeños puntos de origen de la biomasa que utiliza se hayan certificado con SURE.

De acuerdo con la directiva REDII, tanto suministradores como puntos de origen deben certificarse, lo que habitualmente supone una dificultad para estos pequeños agentes que Magnon asume procurándoles apoyo técnico y económico para que completen el proceso.

En definitiva, resume, “el certificado SURE es una garantía que emite una parte independiente, que nos permite dar credibilidad ante terceros del cumplimiento de los requisitos de sostenibilidad en nuestras plantas y en nuestras ventas de biomasa”.

Biollano: cómo opera una central eléctrica a partir de una gran variedad de biomasas

Biollano es la central de generación eléctrica con biomasa más joven de Magnon Green Energy. Tiene una potencia instalada de 50 MW y entró en funcionamiento el 8 de junio de 2020, sorteando con éxito la compleja situación derivada de la pandemia.

Se ubica en Puertollano, Ciudad Real, en el predio antes ocupado por una planta de gasificación que utilizaba carbón y gas natural, ya desmontada; ahora, en sus campas de acopio recibe una variedad de biomasas residuales de origen agrícola, forestal e industrial como sarmientos y restos de poda de la vid, restos de podas y hojas de olivo, orujillo, restos forestales y de jardinería.

Gracias a la biomasa valorizada cada año, logran cubrir las necesidades energéticas anuales de 60.000 personas.

Puertollano se sitúa en el centro de La Mancha, histórica región donde destacan los cultivos de vid y olivo, fuente de las principales biomasas que valoriza la planta. Aunque la central se diseñó para recibir principalmente orujillo, la fluctuación de la disponibilidad de este material, muy ligada a la climatología, está favoreciendo el uso del sarmiento de vid, otra biomasa abundante en la zona.

Francisco Requena, gerente de suministro de biomasa en la zona Centro, explica las particularidades de la recogida y gestión de biomasas agrícolas: “es muy importante retirarlo de los campos rápidamente, pues el agricultor tiene que realizar trabajos de nueva implantación y el enorme volumen que representa este material puede dificultarlos”. De hecho, la práctica tradicional para deshacerse de este material consiste en su quema al aire libre. Gracias a su valorización en la planta, se evita esta práctica y la emisión de partículas a la atmósfera.

El manejo de la variedad de biomasas que admite la central es clave para lograr una combustión estable a lo largo del tiempo. ÁLVARO RODRIGO, gerente de Biollano, detalla la operativa desde la recepción de los camiones, el acopio en campa y su procesado en la planta de tratamiento de la biomasa (PTB) hasta la elaboración del mix o “receta” del biocombustible que entra en caldera.

En la recepción de los camiones son pesados y se realiza una inspección general del material, que puede llegar en bruto o triturado, y se toman de muestras para analizar en laboratorio la humedad y la calidad.

El material triturado se introduce directamente en los dos fosos de recepción de la PTB, donde una criba clasifica el material por tamaño, separando el material apto para ir a caldera. El material con sobretamaño y la biomasa en bruto se procesan en una línea compuesta por una trituradora y una cribadora que retira los inertes.

El operador prepara una receta en función de los materiales disponibles entre los que entran directamente a la PTB y los que están en las campas de acopio. El objetivo es obtener mezclas con un PCI y una granulometría constantes para garantizar la estabilidad de la combustión. Gracias al manejo óptimo de los biocombustibles disponibles y a la implementación de las mejores técnicas disponibles, la planta tiene un rendimiento de hasta el 35%, superior a la media en este tipo de instalaciones.

Todo el recinto está dotado de medidas de seguridad antiincendios y para el control de la calidad ambiental. Cámaras termográficas cubren todo el parque, detectando cualquier aumento de temperatura anómalo y son monitorizadas por el personal de vigilancia en todo momento. Además, cuentan con una red de tuberías e hidrantes para sofocar rápidamente cualquier conato de incendio.

María del Carmen Córdoba, responsable de Medioambiente, explica que la actividad de la planta está sujeta a la normativa para grandes instalaciones y que deben enviar en tiempo real y de manera constante los datos de emisiones a la Red de control y vigilancia de la calidad del aire de Castilla-La Mancha, de acuerdo a lo establecido en la Orden PRA/321/2017, de 7 de abril

Así, para mantener la calidad ambiental, la planta cuenta con sistemas específicos para el polvo y partículas en suspensión generados en la PTB; y para compuestos como el NOx, SO₂, CO y partículas contenidos en los gases de combustión.

El límite superior para partículas en suspensión permitido es de 20 mg/m³; gracias a sistemas de captación y filtros de mangas para el polvo y a los cañones nebulizadores de agua en la zona de trituración y microaspersores en las cintas de transporte de la biomasa para el abatimiento de partículas en suspensión, logran mantenerse en valores de 1-2 mg/m³. Para controlar las emisiones en los gases de escape, Biollano cuenta con la tecnología más avanzada para asegurar la total sostenibilidad de todo el proceso.

AMPARO ARELLANO, experta en Sostenibilidad en la certificación SURE, asegura estar “agradecida por contar con empresas como Magnon Green Energy en nuestro esquema de certificación; una empresa con altos compromisos medioambientales y que está colaborando en el proceso de implementación de la certificación SURE en España”.

 

En definitiva, Biollano es una muestra del nivel de inversión y esfuerzo que Magnon Green Energy dedica a los temas de sostenibilidad, eficiencia energética y circularidad en sus plantas de generación eléctrica con biomasa y en apoyo de sus proveedores en el proceso de certificación.

SURE es un sistema voluntario de certificación de la sostenibilidad de la biomasa. Ofrece una solución práctica a todos los agentes que operan dentro del sector de la bioenergía y que necesitan demostrar que cumplen los requerimientos que impone la directiva europea de Energías Renovables RED II.

Es válido para productores de biomasa agrícola y forestal, productores de biocombustibles a partir de subproductos y residuos, fabricantes de pellets, operadores logísticos, comercializadores de biocombustibles o centrales de biomasa y biogás.

El esquema cubre la biomasa forestal (incluidos los cultivos energéticos), subproductos o residuos (madera reciclada, hueso de aceituna, orujillo) y también biomasa agrícola (paja, maíz, etc).

AVEBIOM es el organismo nacional de apoyo en España de SURE.

https://sure-system.org/en/

https://bit.ly/SURE_avebiom

Sesión sobre sostenibilidad y certificación en Expobiomasa 2023