En la primera fase, recién abierta, se subvencionarán con 558.000 euros los estudios de viabilidad para introducir fuentes de energía bajas en carbono.
Entre ellas se contemplan la electrificación y el uso de hidrógeno, biomasa y subproductos propios, y también tecnologías de apoyo como la conversión, el transporte o el almacenamiento del combustible.