Con unas necesidades de calor diarias en los hornos, el ahorro generado por utilizar biomasa en lugar de gasóleo en una panadería se sitúa entre un 30 y un 60% desde el primer día. Además, el excelente comportamiento del pellet o el hueso de aceituna frente al gasóleo o el gas mejora la calidad de los panes y las masas horneadas, ya que aportan un calor más gradual que facilita una cocción más lenta y perfecta.