La red de calor se alimenta principalmente del calor residual del agua de mina, que mantiene una temperatura constante entre 17 y 26°C. El sistema geotérmico se complementa ahora con dos calderas de biomasa Fröling, con una potencia total de 1,5 MW y alimentadas con astilla forestal, lo que permite cubrir las demandas térmicas de varios edificios públicos y residenciales de Langreo.