Los pellets de madera se han convertido en una solución viable y sostenible para generar energía renovable, una alternativa real a los combustibles fósiles. A nivel global, la producción de pellets ha crecido sustancialmente desde 2005, alcanzando un pico en 2022. Europa sigue siendo el mayor productor y consumidor, mientras que Asia está aumentando rápidamente su consumo, especialmente en Japón y Corea, lo que demuestra la expansión y diversificación del mercado.